Perfil

El arte se manifestó desde su infancia, rodeada  de libros y revistas con imágenes de los grandes maestros de la escultura y la pintura como Rodín, Van Gogh y Miguel Ángel que estimularon, de manera temprana, su imaginación. Esa impronta germinó a lo largo de su existencia, añejados por recuerdos hogareños donde la necesidad del ser creativo permaneció a lo largo de su vida. 


Se reconoce como una artista emprendedora quien bajo la idea personal de que «un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido», se asoma al arte en una etapa en la que está dando cabida a todo un mundo emocional de forma madura y definitiva.


Es que la contundencia del arte se impone en quien lo necesita y eso se evidencia en su trabajo donde todo ese mundo interior fluye de manera espontánea y fresca. 
 Andy Tob encuentra, de esta manera, una forma intuitiva de manifestar sus emociones con la simple intención de compartir esa sensación personal ante la mirada del espectador quien encontrará innumerables interpretaciones. Este disfrute del ser íntimo y personal trasciende al público con la fuerza del goce compartido.


En esta la firme decisión y  a través de su compromiso con el arte, Andy explora diversas técnicas que se conjugan mediante intervenciones en acrílico, resina o materiales oxidados y desgastados por el tiempo en los cuales ella desglosa su creatividad. Autodidacta de profunda imaginación, se anima al trabajo con texturas, formas y relieves donde el mosaiquismo se integra dentro de la diversidad de técnicas y colores. Apasionada por la naturaleza, ella trabaja con ramas, caracoles, piedras y otros elementos, quizás desechables, en el afán de descubrir y a la vez  proyectar otros conceptos.


Como los lugares mantienen su energía,  Andy Tob reparte el tiempo entre sus talleres de Buenos Aires y Zárate; donde los espacios incentivan ese amor por la familia, sus animales y el campo que nutre de nuevos aires y climas la tan ansiada creatividad.